Una de las grandes diferencias entre Roger Federer y Rafa Nadal es el tipo de emoción que despierta en sus fans.

El tenista suizo con su genialidad provoca admiración y reverencia, semejante a la que se siente cuando se admira la escultura del David de Miguel Angel.  Australia fue testimonio nuevamente de que el sentimiento que suscita Nadal es… amor.

Si Rafa Nadal no refrenda su título en Australia, cuando menos tendrá la satisfacción de haberse llevado una  propuesta de matrimonio de su visita a Melbourne.

En su partido de segunda ronda, una de sus fans le gritó desde la tribuna, “Oye Nadal, ¿te casarías conmigo?

Concentrado en su match, Rafa trató de ignorar la petición, pero al crecer el nivel de risas en el estadio, Nadal tímidamente levantó la mano y sonrió.

Esta no es la primera vez, que un fan le declara sus sentimientos al astro español—en septiembre, en el US Open, un hombre saltó a la cancha para besarlo y decirle que lo amaba.  Rafa, quien acababa de ganar su match y se encontraba con el torso desnudo, sin perder compostura, le sonrió al fan mientras se lo llevaba el personal de seguridad.

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