En el Reino Unido, las herencias a veces incluyen apuestas deportivas que pueden dejar grandes sumas de dinero a los beneficiarios.

Tal es el caso del británico Nicholas Newlife, fallecido en febrero de 2009, quien legó toda su fortuna, incluídas un par de apuestas tenísticas, a una beneficencia inglesa.

En el 2003, Nicholas apostó $2,430 dólares con momios de 66 a 1 a favor de que Roger Federer ganaría Wimbledon 7 veces para el 2019.

Nueve años después, el 8 de julio de 2012, su pronóstico se convirtió en realidad cuando Federer derrotó a Andy Murray en la Cancha Central y la apuesta redituó la cantidad de casi $163,000 dólares.

Antes de esto, otra apuesta de Newlife también se haría buena, al arriesgar $400 dólares a favor de que Federer ganaría 14 Gran Slams antes del año 2020, lo cual significó casi $27,000 dólares para la organización.