Historia del Tenis

Espíritu Deportivo le cuesta un Gran Slam

2015-05-03
Espíritu Deportivo le cuesta un Gran Slam

No siempre paga ser un "buen tipo"

István Gulyás es el mejor ejemplo de que el espíritu deportivo se puede interponer en el camino de ganar un Gran Slam.

En 1966, István se convirtió en el segundo tenista húngaro en llegar a una final de un torneo mayor, el Roland Garros.

Gulyás sería derrotado en sets consecutivos por el australiano Tony Roche (6-1, 6-4, 7-5), tras permitir que el partido se demorara 24 horas para que su rival se recuperara de una lesión en el tobillo.

Ironicamente, Roland Garros 1966 sería el único título mayor que ganaría Roche, mientras que a Istán nunca jamás se le presentaría otra oportunidad de inmortalizar su nombre al adjudicarse un Gran Slam.

Autor: 
Edgar G. Allegre