“Es difícil porque siento que la gente me gente se me queda viendo, y no de buena forma,” explica Noami Osaka, agregando que ha sido muy complicado para ella ser No. 1 del mundo debido a que no le gusta la exagerada atención que recibe en todas partes y el abuso que ha sufrido en los medios sociales por ser multirracial. 

Tras ganar el US Open 2018 y el Abierto Australiano 2019, a Naomi le pesó demasiado la fama, y fue eliminada del Roland Garros en tercera ronda, y después en primera instancia en Wimbledon.

Hoy día, un campeón deportivo debe poseer inteligencia y herramientas sociales al mismo nivel de sus dones altéticos. 

Es ahora el gran reto de Naomi, el desarrollarse socialmente para concretar su potencial deportivo.

Y tú, ¿estás listo para enfrentar el protagonismo del más grande de los escenarios deportivos del mundo?