Nunca ha habido duda de que Andy es uno de los tenistas más talentosos del circuito, pero después de llegar a la final de dos Gran Slams, US Open (2008) y Abierto Australiano (2010), y quedarse corto en ambos, mucha gente llegó a la conclusión de que Murray no tenía lo que se necesitaba para ser un verdadero campeón.

Esa idea se disipó este pasado fin de semana con Andy Murray venciendo en días seguidos a Nadal y a Federer para defender su título en el Masters 1000 de Toronto.

Andy Murray tiene demasiados pensamientos negativos atormentándolo en su cabeza desde que perdió la final del Abierto Australiano con Federer a principios de año (2010). La derrota en Melbourne parece haber afectado seriamente al tenista escocés, quién derramó unas lagrimas en la ceremonia de premiación, y declaró, “Puedo llorar como Roger, es una lástima, que no pueda jugar como él,” en referencia a que Federer hizo lo mismo un año antes, cuando lo venció Nadal.