El año pasado (2009), Federer rompió en llanto en la ceremonia de premiación de la final que perdió contra Rafa Nadal, pero no fue la primera ocasión que la emoción le gana a los tenistas en el Abierto Australiano. 

Pete Sampras en su match de cuartos de final contra Jim Courier, lloró a cántaros tanto en la cancha como en los descansos, resultado de enterarse de la noticia de que su entrenador, Tim Gulikson, había muerto, víctima del cáncer.  Courier le ofreció continuar el match al siguiente día, pero un corajudo Sampras, le brindó a su fallecido coach la victoria que ganó en 5 sets: 6-7, 6-7, 6-3, 6-4, 6-3. 

Ahora en el 2010, la pregunta es ¿quién será el llorón o la llorona del torneo?,

En la rama femenil, la más fuerte candidata sería Kim Clijsters, después de su embarazosa derrota, pero la tenista belga canalizó su frustración mas como coraje, que como depresión.

La rama masculina, tiene a su más fuerte candidato a ser el llorón en Melbourne en Fernando González, finalista en 2007, quien dejó que se le escapará el partido contra Andy Roddick,