Le llueve a Roland Garros
2016-05-31La programación de los partidos en Roland Garros se está viendo seriamente afectada por las constantes lluvias en París.
Lluvia y más lluvia sobre París
La lluvia está siendo la gran protagonista en la presente edición de Roland Garros y raros han sido los días este 2016, en los cuales la jornada se ha podido disputar entera y sin interrupciones. El pronóstico del tiempo tampoco es favorable para esta la segunda semana de competición, ya que se espera lluvia hasta el domingo de la final masculina. Ello no hace más que abrir el debate, una y otra vez, de contar con un estadio en el que haya pistas cubiertas.
Así lo ha manifestado el director de Roland Garros, Guy Forget, quien insistió en la necesidad de que la cancha central esté cubierta. Recordando que es el único Grand Slam que no cuenta con techo retráctil. “Aquí se espera desde hace un año... y tendremos que esperar hasta 2020”; advirtió.
Ampliación paralizada por los vecinos
La Federación Francesa de Tenis (FFT) lleva varios años luchando para sacar adelante un proyecto de ampliación del complejo de Roland Garros, ubicado al sudeste de la capital, que incluye la construcción de una pista cubierta con capacidad para 5.000 espectadores, pero el proyecto está paralizado en los tribunales parisinos, después de un recurso presentado por las asociaciones de vecinos de los barrios colindantes. Esto ha hecho que incluso se llegue a considerar sacar el Grand Slam del actual complejo en el que se disputa.
La lluvia es mal negocio
El magnate rumano, dueño del Mutua Madrid Open y ex TOP 10, Ion Tiriac resumió en su cuenta de Twitter el impacto económico negativo de las lluvias de la siguiente manera: "Las pérdidas de hoy son unos 100 millones. ¿Qué le vas a decir a 210 países? ¿Que llueve? Se van a reír".
¿Hay un Plan B?
En la época en la que estamos, torneos de esta categoría deberían tener siempre un “Plan B” por si se suscitan problemas meteorológicos como los de este año, pero parece que en París, y hasta que no haya cubierta, seguirán esperanzados a que las nubes grises no se agrupen sobre Roland Garros.