Abierto de Acapulco: la hora feliz del tenis
2011-02-21Nuestra amiga, Estela Aguilar, radicada en Valencia y especialista en relaciones públicas y marketing deportivo, nos deleita con esta anécdota que escribió en un avión en camino a Sudamérica Paul Dorochenko, uno de los más reconocidos preparadores físicos de la actualidad sobre el Abierto Mexicano de Tenis.
No sé cuántas veces he venido a este torneo pero entre Sergi Bruguera, David Sánchez, Harel Levy, Carlos Moyá, Flavia Penetta, Daniel Gimeno-Traver, al final han sido bastantes veces. Recuerdo sobre todo el año 2005, estaba trabajando con Carlos Moyá y Flavia Penetta que en ese momento eran novios y Flavia ganó el torneo el 27 de febrero y el 25 era su cumpleaños. Jofre Porta (entrenador de Carlos Moyá), Carlos, Flavia y yo celebramos una fiesta inolvidable en un restaurante en las afueras del Resort con una vista increíble a toda la bahía de Acapulco.¡De esta noche me duele aún la cabeza por la cantidad de tequila que bebimos! Carlos era un jugador que trabajaba mucho más de lo que pensaba la gente y por eso ganó dos veces este prestigioso torneo, pero le gustaba disfrutar de la vida y salir de noche cuando se lo podía permitir.
En Acapulco, después de un jogging en la playa y un baño en las olas, desayunamos como reyes con vistas al mar y este es el momento que aprovecho para preparar el día con mi equipo. Para mí, el desayuno es un momento ideal para animar y centrar a tu jugador porque está descansado y más receptivo. El día se organiza con los entrenamientos de mañana y tarde, preparación física y al final del día, video análisis con el fin de apoyar los temas técnicos del momento. Después, tratamientos en la habitación -porque viajamos con la camilla- tratamiento osteopático, estiramientos y masaje si jugamos partido el día siguiente. A las 9 p.m. bajamos para cenar. Normalmente cenamos con los jugadores más próximos, en el caso de Daniel Gimeno-Traver, los de la Comunidad Valenciana: Iván Navarro, Rubén Ramírez, Santi, Roberto Bautista, Pablo Andújar o David Ferrer.
Actualmente comparto la gestión técnica de Daniel con Israel Sevilla, al que llamamos Chuky, así, las decisiones las tomamos en conjunto y eso nos permite una mejor gestión del jugador. Soy más mayor con mucha experiencia en el Circuito y buenos conocimientos biomecánicos; Chuky, es joven con energía e ilusión y muchos años de pista. Creo que es una buena combinación y viajar con dos entrenadores, te permite intercambiar ideas y acertar probablemente de mejor forma, según las exigencias actuales del Circuito.
Lo bueno del Abierto en Acapulco es también su público que sigue cada año más de cerca su torneo. El estadio es magnífico y desde las primeras rondas, hay muy buena afluencia. Por todo eso, me encanta jugar este torneo y cada vez, más.