En el 2014, con las invitaciones para su boda ya repartidas, su prometido se arrepintió y decidió romper con ella. Tres años después, Caroline Wozniacki ha logrado sanar todas sus heridas emocionales para renacer en el 2017, ganar la WTA Final en Singapur este fin de semana y ascender al No. 3 del ranking.

Camino a la gloria

Wozniacki llegó en la sexta plaza de las ocho calificadas a las finales de la WTA, pasó a las semifinales en segundo lugar del Grupo Rojo, por debajo de Caroline Garcia. Posteriormente, la danesa dejó en el camino a Karolina Pliskova por 7-6 6-3 para así colocarse por segunda vez (2010) en la final del torneo.

Por el otro lado de la llave, Venus Williams llegó a la final contra todo pronóstico, luego de haberse clasificado al torneo por primera vez desde 2009, donde consiguió el subcampeonato.

Tras haber quedado con marca de 2-1 en la ronda inicial, se calificó en segundo lugar del Grupo Blanco y dispuso en semifinales de García por 6-7 6-2 6-3, para así volver a perfilarse en busca del título que obtuvo en 2008.

Contra todo pronóstico Wozniacki y Williams

Con Simona Halep, Garbiñe Muguruza y Karolina Pliskova peleando por el número uno de la WTA en los últimos meses, nadie pronosticaba una final en Singapur donde ninguna de estas tres jugadoras estuviera peleando por el título.

La danesa tuvo un arranque totalmente dominador en la final donde en poco tiempo se colocó por 5-0 arriba en el marcador. Williams ganó cuatro juegos de manera consecutiva, pero no le alcanzó pues Wozniacki finalmente pudo cerrar el primer set por 6-4.

En el segundo set la estrategia perfectamente balanceada de la danesa, donde combinó el ataque con la defensa, siguió dando frutos. Para quedarse con su primer título de WTA Final por doble 6-4 en casi hora y media de encuentro.