Ahora Roger Federer ha confesado que quiere darle un giro a su carrera y  jugar torneos que nunca jugó e ir a lugares donde nunca ha estado, en especial a Sudamérica.

El máximo ganador de Gran Slams en la historia está buscando nuevos horizontes que de seguro responden a alguna estrategia global tanto de su equipo como de sus patrocinadores.

Por el otro lado, Rafael Nadal también ha declarado que estaría dispuesto a jugar “mañana mismo” en Latinoamérica, región que lo vio la última vez en 2005 en su gira por Buenos Aires, Costa Do Sauipe y Acapulco. Sus triunfos en Brasil y México serían preparativos para ganar en Roland Garros y detonarse al No. 2 del ranking.

Desde entonces, dos factores han sido impedimentos para que se presente en Latinoamérica, primero su “status” no va acorde con el nivel de los torneos en la región, y la segunda es la superficie, pues en Latinoamérica los torneos son sobre arcilla, cuando los mejores del mundo en ese momento se preparan para la superficie rápida de dos de los Masters 1000 más importantes: Indian Wells y Miami.

Sin embargo, este año (2011), el español jugó en Bogotá diciendo que “disfrutaba del cariño del público latino”.

En vísperas de año electoral presidencial en México, se busca que Rafael Nadal juegue en la plaza pública de la Ciudad de México, el Zócalo, que es la más grande del mundo después de la Plaza Roja de Moscú, pero esto todavía no está confirmado.

Curiosamente, los dos astros del tenis, Nadal y Federer han volteado sus ojos a Latinoamérica, en un momento en que tanto la ATP como la WTA han expresado que sus prioridades son Asia y en particular China.

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