Novak Djokovic ha tenido temporadas que superan cualquier expectativa (2011), pero la semana pasada fue posiblemente la peor que ha vivido en el tenis profesional, el lunes salió por primera vez del TOP 3 y el miércoles daba por concluida su temporada 2017 como consecuencia de una lesión que dice arrastrar en el codo desde hace más de un año y medio.

A marchas forzadas

La primera parte del 2017 ha sido de las peores de su carrera del último lustro, tras conseguir el título en Doha no volvió a pisar instancias finales hasta hace un par de semana en Wimbledon. Todo parecía indicar que un descanso para encontrarse con su tenis y con su vida familiar parecía ser lo único que necesitaba para volver a competir al nivel que nos tiene acostumbrados, pero no fue así. La sed de triunfo y la presión en el ranking lo obligaron a seguir en competencia, tras 12 meses de intensidad y sin descanso alguno, el edema óseo en el codo derecho se agravó y ahora lo ponen a tomar la decisión entre el quirófano o el descanso forzoso.

Los cinco meses que tiene programado de reposo el serbio los describe cómo “Serán cinco largos meses, pero pasarán rápido porque hay muchas cosas que quiero hacer. Mi esposa Jelena y yo esperamos nuestro segundo hijo, lo que nos llena de felicidad y alegría”.

¿El ranking o el físico?

En la actualidad el deporte se ha vuelto más físico y consecuentemente más desgastante. Esta factura física y mental provocan lesiones y arrastran a los deportistas al temprano retiro. Ante esto muchos tenistas han optado a arriesgar su ubicación en el ranking, antes que causar daño irreversible a su cuerpo, como es el caso de Rafael Nadal y Roger Federer.

Los anuncios de retiro de temporada de Federer y Djokovic tienen algunas sorprendentes similitudes, ya que ambos fueron anunciados un 26 de julio y tras una frustrante derrota en Wimbledon. Pero, el alejarse de las pistas, es tal vez el mejor antídoto, como lo comprueba Federer, quien a su regreso en enero de 2017, ocupaba la plaza 16 del escalafón mundial, pero que reenergizado por el descanso, conquistó en el primer semestre del año dos títulos de Grand Slam y dos Masters 1000. 

Nole probablemente vivirá circunstancias parecidas y una vez finalizada la temporada habrá salido del TOP 10, pero regresará recargado y dispuesto a recuperar el tiempo perdido con altas expectativas. 

Una racha por otra

La gira norteamericana es una de las más fructíferas para Djokovic, aquí ha conseguido sus mejores resultados, al competir sobre su superficie favorita. Los Masters de Canada, Cincinatti, el US Open y Paris son parte de los torneos que se perderá el serbio.  Después de 51 apariciones consecutivas en torneos grandes, esta será la primera vez en 12 años que se ausentará de un Grand Slam.

Ante esta situación afirmó que al retornar a las canchas el próximo enero de 2018, regresará “más fuerte que nunca” y esto es garantía de que veremos un renovado y fortalecido “Nole”, listo para volver a romper récords y refrescar la memoria de sus rivales sobre la importancia de su protagonismo en el ámbito del tenis mundial.