Este fue un año que nos dejó tanto momentos memorables como otros que desearíamos que nunca hubieran sucedido. A continuación un recuento de algo de lo mágico y de lo insensible que resultó el 2017.

El retorno de las grandes leyendas

El 2017 siempre estará presente en la memoria de los verdaderos fanáticos del tenis, gracias al espectacular regreso de Roger Federer y Rafael Nadal.

En enero, Federer consiguió algo que desde hace un par de temporadas se le había negado. Tras vencer en la final del Abierto de Australia a Nadal, el suizo consiguió su corona no.18 de Grand Slam. Por si esto no fuera poco, meses más tarde se adjudicaba por tercera vez en su carrera el doblete de los Masters 1000 estadounidenses de Indian Wells y Miami.

Meses más tarde, a escasas semanas de celebrar su cumpleaños número 35, increíblemente llegaría su décimo noveno título grande al vencer a Marin Cilic en la final de Wimbledon. El suizo terminaría la temporada con otro título grande al consagrarse en el Masters 1000 de Shanghai, tras vencer de nueva cuenta  a Nadal, lo cual le garantizó el terminar la temporada como el no. 2 de la ATP.

Nadal vuelve al trono como el “Rey de la Arcilla”

Para el inicio de la temporada de arcilla europea, Nadal volvería a las pistas como “toro embravecido”.

A pesar de haber iniciado el año con tres finales perdidas, el balear supo corregir el camino y sobre la arcilla de Montecarlo ganó su décimo título en el principado y el número 70 en su carrera. Semanas más tarde conseguiría otra proeza al hacerse con su décimo título del Conde de Godó, en Barcelona. Con la inercia de estos títulos, el mallorquín llegó a la capital española para conseguir su título 30 de la categoría Masters 1000 al vencer en la final de Madrid a Dominic Thiem.

Tras un mal paso por Roma, llegó a Roland Garros para reclamar su décimo título sobre la arcilla de París, y con ello se convirtió en el único tenista en lograr 10 títulos de un mismo Grand Slam.

Los meses posteriores a Roland Garros fueron un reconocimiento a la gran temporada del español. En agosto ascendería por cuarta vez en su carrera a la cima del escalafón mundial. Nadal estrenó el trono de la mejor manera, semanas más tarde validó su condición de mejor jugador del mundo al vencer en la final del Abierto de Estados Unidos a Kevin Anderson, para así conseguir por tercera vez el título en la gran manzana y su título de Grand Slam número 16.

Nadal y Federer, compañeros de equipo en la Laver Cup

Así como Federer y Nadal se encargaron de dividirse los títulos mayores de la temporada, también cumplieron la misión de unir a los amantes del tenis quien ansiaba verlos jugar del mismo lado de la cancha.

En la primera edición de la Laver cup, el suizo y el español se encargaron de hacer realidad un sueño que en el mes de septiembre se hizo realidad cuando Federer y Nadal jugaron de pareja, para derrotar a la dupla de John Isner y Jack Sock.

Sangre nueva y con hambre de títulos

Pero este 2017 no todo fue dominado por Federer y Nadal. Así como los viejos lobos renacían, la sangre nueva provocaba un cambio generacional que se vio reflejado en títulos.

El alemán Alexander Zverev con 20 años de edad  se convirtió en el príncipe heredero al ascender al TOP 10. Venció a Novak Djokovic en la final del Masters de Roma y con la incorporación de Juan Carlos Ferrero a su equipo de trabajo, terminó de recibir el impulso que necesitaba para dar otro golpe de autoridad y en agosto se hizo con su segundo título 1000 al vencer en la final del Masters de Montreal a un mermado Roger Federer.

Mientras Zverev alzaba la mano por la nueva generación, un chico de nombre Denis Shapovalov se encargaba de levantar la otra mano. El canadiense en apenas su primera temporada como profesional y con 18 años llamó la atención por conseguir tres títulos challenger en tan poco tiempo, su momento de despunte llegaría meses después en el Masters de Montreal. Ahí vencería a Juan Martín Del Potro y Rafael Nadal en segunda y tercera ronda, respectivamente. Con ello se enfiló a la gloria y logró llegar hasta semifinales, instancia donde fue detenido por Zverev. La estupenda semana que tuvo en la Rogers Cup lo catapultó al TOP 50.

Grigor Dimitrov anticipa el gran año que tendrá en el 2018

Otro de los mejores momentos de la temporada fue el año que tuvo Grigor Dimitrov. A principios de año logró un magnífico nivel en el Abierto de Australia, donde consiguió por primera vez las semifinales de un Grand Slam. Ya en agosto llegaría el tan ansiado título de Masters 1000 en Cincinnati que significó su regreso al TOP 10.

El cierre de temporada fue algo inesperado hasta para él mismo, tras una buena gira por Asia, Dimitrov llegó a las finales de la ATP en Londres, donde el búlgaro dio un golpe mayor al vencer en la gran final al belga David Goffin y con esto lograr el título de maestros de manera invicta.  Los 1500 puntos ganados allí le sirvieron para impulsarlo hasta el TOP 3, posición con la que abrirá el 2018, año en el que se debe consagrar. 

Lo peor del tenis internacional cortesía de la insensibilidad de Nastase y Tomic

Otro de los acontecimientos que quisiéramos borrar fueron las declaraciones realizadas por Bernard Tomic y por el excapitán de Copa Federación de Rumania, Ilie Nastase.

Tras haber sido eliminado de Wimbledon, el jugador australiano dijo sentirse aburrido del tenis y sólo ver al deporte como una manera fácil de ganarse la vida, acto seguido, Tomic perdió a casi todos sus patrocinadores y hace un par de días reclinó una invitación para pelear por un lugar en el cuadro del Abierto de Australia.

Meses antes de las desacertadas declaraciones de Tomic, el ex no.1 del mundo, Ilie Nastase lanzó un par de comentarios misóginos hacia las integrantes del equipo británico de Copa Federación. Además hizo una mención con tintes racistas sobre la futura hija de Serena Williams.

Estos actos le costarían al rumano una multa y suspensión por parte de la ITF, así como la destitución de su cargo al frente del equipo rumano y el repudio general.

¿Qué nos espera en el 2018? Por lo pronto, lo más anticipado es el regreso del serbio maravilla, Novak Djokovic, y ya veremos cómo reacomoda al tenis y sus protagonistas en la siguiente temporada.