La marca francesa del cocodrilo que nació en las canchas de tenis cumple 75 años.

El secreto de su supervivencia es que se ha sabido reinventar, introduciendo novedades en la moda de acuerdo a los tiempos.

Su origen se remonta a René Lacoste, quién en su niñez era un frágil muchacho francés que siempre estaba enfermo de gripe y que para fortalecer su sistema inmunológico, su doctor recomendó a la acaudalada familia que practicará un deporte. El deporte elegido fue el tenis y el resto es historia—se convirtió en leyenda, ganando el Roland Garros, Wimbledon, el US Open y la Copa Davis

Fue conocido como el cocodrilo por su estrategia de juego, pues devolvía constantemente la pelota al adversario, y cuando éste se cansaba lanzaba el ”zarpazo mortal”, golpeando la bola con fuerza.

Sin embargo, subsistía su problema, pues seguía siendo víctima de los catarros, pues se enfriaba después de los partidos, por lo que le pidió a un amigo que le diseñara una camisa de tela transpirable, tejida con un patrón de rejilla para filtrar el sudor. Así nació la polo Lacoste, a la cual le agregaron la imagen del cocodrilo en honor a su mote.

Los tenistas de la época, viendo las ventajas de la camiseta, empezaron a solicitarle la prenda, y así nació el negocio.

Hoy día la marca se ve en el pecho de tenistas del calibre de Andy Roddick y Richard Gasquet, aunque Lacoste se ha expandido más allá de las canchas hacia el género de la ropa casual.

Cada año Lacoste vende 59 millones de productos y tiene presencia en 110 países.