Una vez terminada la temporada de la WTA y la ATP desde Flashtennis queremos hacer un resumen a los lectores de los acontecimientos más relevantes del año, destacando los momentos más sorprendentes, desilusionantes, chistosos, embarazosos y los mejores tenistas del año en ambos circuitos.

Djokovic y Serena, los tenistas del año. No podían ser otros, ya que han terminado como números uno del mundo un año más y han firmado una gran temporada, mostrándose muy superiores al resto.

La primera semana de competición del cuarto Grand Slam del año deja un récord de abandonos, la derrota de seis de las nueve TOP 10 que iniciaron la competición o deja patente la mala campaña de Rafa Nadal.

Hasta la llegada del segundo Grand Slam del año, Roland Garros, en la gira de arcilla europea se jugarán diez torneos, tres Masters 1000 (Montecarlo, Madrid y Roma), un ATP 500 (Barcelona) y seis 250 (Bucarest, Estoril, Munich, Estambul, Ginebra y Niza).

Ernests Gulbis, el verdugo de Roger Federer en Roland Garros 2014, nació en Lituania, pero vivió en Alemania desde los doce años y fue allí donde inició su desarrollo como tenista. Hoy en día, Ernests es TOP 20, “danke schon” a los alemanes.

Alrededor del mundo, hay incubadoras de talento deportivo, lugares y países propicios para potenciar el talento infantil y juvenil como lo son el Estado de La Florida en Estados Unidos y el país de España, Alemania es otro de estos.

Ahora que el circuito de tenis ha “saltado el charco” de Europa a Norteamérica, los locales están cosechando los mejores resultados.

Stanford es tan sólo el tercer torneo que juega Serena Williams tras estar fuera del circuito por casi un año.

En los últimos meses, ha sobrevivido a una operación en su pie derecho, un coagulo en sus pulmones y otro debajo de su piel.

Novak Djokovic se reporta listo para hacer el papel de James Bond al convertirse en el “Agente Doble Cero” en Indian Wells 2011.

Esto a raíz de eliminar a sus rivales de las tres primeras rondas: Andrey Golubev, Ernests Gulbis  y Viktor Troicki en dos sets, colgándoles una “rosca” a cada uno en el primer set, o sea un embarazoso 6-0.