Había ganado Roland Garros como juvenil en 1999, y cuatro años más tarde, ya era el No. 3 del mundo.

Antes de que Nadal arribara al tenis y dominará la arcilla, el “Mago” acarició la oportunidad de su vida, al llegar a la final del Roland Garros en el 2004, la cual disputaría contra otro argentino, Gastón Gaudio.

Aquella final parecía que iba a ser una “paliza”, con Coria arriba 6-0, 6-3 e inclusive con dos match points a su favor, pero… al final, con calambres por los nervios, Guillermo perdió dramáticamente en cinco sets, 0-6, 3-6, 6-4, 6-1 y 8-6..

Dicen que después de este partido, nunca fue el mismo. Dos meses después, se sometió a una operación de hombros que no quedó bien. En sus partidos posteriores sufría una serie de dobles faltas que causaban pena como espectador.

El “Mago” es recordado por la precisión y maestría con la que colocaba la bola, sobretodo en arcilla y sobre esta superficie fue protagonista de uno de los mejores partidos en la historia del tenis y la final más larga hasta la fecha del circuito ATP, la de Roma en 2005, que perdió contra Nadal, 6-4, 3-6, 6-4, , 4-6, 7-6 (8), después de 5 horas y 14 minutos.

“Me voy del tenis,” dijo Coria, acusando lesiones en su hombro, falta de animo y el golpe directo a su ánimo que dejó aquella final de Roland Garros.

Con 27 años, la misma edad de Federer y Nalbandian, el “Mago”, quién acumuló en su carrera más de 6 millones de dólares, se “dedicará a otras cosas” como a descansar y dar clínicas.

Dicen que el “hubiera” no existe, pero… hay quien opina que si Coria hubiera ganado aquel Roland Garros, otra historia sería.