El deporte es un estilo de vida que exige sacrificar aspectos de la vida personal para poder aspirar al éxito y son pocas las atletas profesionales que durante su carrera deciden embarazarse.

¿Viene el bebé con “copa bajo el brazo”?

La estadounidense Serena Williams está a un título grande de convertirse en la mejor de la historia, pero la vida tiene planes alternos para ella. El pasado miércoles la ex número uno del mundo y poseedora de 23 Grand Slam’s, dio a conocer a través de la red social Snapchat que tenía 20 semana de embarazo, información que después fue confirmada por su agente.

Consecuente a este bella noticia, Williams causará baja lo que resta de esta temporada y no defenderá el título de Wimbledon. ¿Será que este niño traiga copa bajo el brazo y le dé a Serena en el 2018  el ansiado título 24 de Grand Slam?

¿Se repetirá la historia?

Otra jugadora que pasó por el mismo escenario que la menor de las Williams, fue la belga Kim Clijsters, quien luego de varios títulos de Grand Slam, ser número uno del mundo y haberse retirado un par de ocasiones, se convirtió en madre. En 2009, Clijsters anunció que estaba esperado un hijo del basquetbolista estadounidense Brian Lynch.

El bebé regresó la gloria a la jugadora belga y en 2010 consiguió el título del US Open en Nueva York y en 2011 su primer y único Abierto de Australia. Para que el 14 de noviembre de 2011 se convirtiera en la número uno del mundo y al mismo tiempo madre.

¿Otro bebé de oro?

Sin lugar a dudas una de las noticias que sorprendió al mundo del tenis en 2016, fue el embarazo de Victoria Azarenka. Luego de varias lesiones y malos resultados, la bielorrusa dio a cocer su embarazo y desde el mes de julio regresó a las canchas.

El pasado mes de diciembre se convirtió en madre y hoy en día se prepara para regresar al circuito, por lo que hace unos meses anunció a Michael Joyce como nuevo entrenador y él será el encargado de ponerla a punto para su regreso a las canchas en otoño de este año.