Justo cuando pensábamos que Rafa Nadal dejaría un gran boquete en el tenis español cuando se retirara, surgen otras estrellas del deporte ibérico que ya vienen pisando fuerte. 

En este US Open 2022, el mundo ya se percató del potencial de Carlos Alcaraz de 19 años y Martín Landaluce de 16,quienes brillaron en Nueva York cada quien en su categoría, uno en la ATP y el otro como juvenil de la ITF.

Hace cuatro años que el mundo ansiosamente espera que Serena rompa el récord de Margaret Court para merecidamente coronarse la mejor tenista de todos los tiempos, ¿podrá ser 2021 el año que la amazona estadounidense concrete este hito?

Australia es para la estadounidense

Nadie tiene más títulos de torneos mayores que Margaret Court y sería una gran ironía que Serena empatara a la australiana en su propio país.

Rafa Nadal es el favorito para llevarse su treceavo título en Roland Garros, pero todos sabemos que en especial el número 13 se considera misterioso, y hasta siniestro, un número que puede causar dificultades.

¿Qué le puede arruinar la fiesta a Nadal en París?

Un presagio de mala suerte para Rafa es que este año a diferencia de los anteriores, no está sembrado como No. 1, honor que se lo arrebató Novak Djokovic.

Seguro ya la conoces, pero te la vuelvo a presentar- su nombre es Victoria Azarenka, es bielorrusa, mide 1.83 mts. y nació en 1989 bajo el signo de Leo.

Tras ser la número 1 del mundo en 2012 y 2013, salió de las mejores 50 del mundo en 2018, pero tras superar una de las etapas personales más difíciles de su vida superando divorcio y la batalla legal por su hijo, esta guerrera está de regreso en el 2020 y apoyada por el supercoach Patrick Mouratoglou, se adjudicó el título de Cincinnati, llegó a la final del US Open y a los cuartos del Abierto Italiano.

Definitivamente el 2016 no ha sido el mejor año para Serena Williams, quien fue destronada del No. 1 del ranking WTA y además  además ha tenido dolorosas derrotas como la del Abierto Australiano, Roland Garros, US Open y las Olimpíadas de Rìo 2016.

Tras ganar Serena Williams en Roland Garros 2015, su coach Patrick Mouratoglou desde la tribuna  le hizo la señal del número “20”, en referencia a la cantidad de títulos de Gran Slam que la tenista estadounidense ya ha acumulado.

Con esa cantidad de torneos mayores, Serena se convierte en la mejor jugadora estadounidense de la historia, sobrepasando a la californiana Helen Wills Moody.

Aunque hay cinco tenistas que han ganado más títulos de Gran Slams que Serena Williams, a nadie le queda la menor duda que la estadounidense podría ser la mejor jugadora de la historia sino fuera por los períodos por los cuales ha atravesado en su vida, en los que parece aburrirse del tenis y tener otras distracciones que la alejan de las canchas.

Las razones por las cuales Jo-Wilfried Tsonga recientemente despidió a su coach de siete años son un indicativo de que la interesante transición profesional y emocional por la cual está pasando.

“Estoy tratando de relajarme antes de los partidos. Creo que sólo necesito jugar sin pensar y sin tanta presión,” confesó el tenista francés.

“Fue difícil el dar por terminada la relación con mi [coach]. Empecé a trabajar con él cuando yo tenía 19 años de edad e influenció la primera parte de mi carrera."

“La primera fortaleza de un campeón es su habilidad para ganar.”

Esto lo escribe Patrick Mouratoglou en eurosport.yahoo, explicando que, contrario a la creencia popular, los campeones no siempre son los tenistas con más talento natural.

Hay sólo un recurso que hace al campeón, dice Patrick, y esto es su habilidad para ganar en cualquier circunstancia, aunque ese día esté jugando el peor match de su vida.

Esa es entonces la sencilla fórmula para ser campeón: ¡aprender a ganar a toda costa!

“Es muy positivo el escuchar que tienes potencial—pero esto es… abstracto. Sólo lo creeremos cuando se transforma en algo comprobado y vivido,” dice Marcos Baghatis.

Estas palabras de Baghadits encierran una gran verdad: puedes escuchar que la gente y tu coach te dicen cuando entrenas que tienes mucho potencial y que vas mejorando a pasos agigantados, pero, como indica Marcos, el proceso no concluye hasta que lo demuestras aplicándolo en partidos para ganar.