Tres de sus tenistas están en el TOP 10, mientras que ocho están dentro del TOP 100. Una buena salud que queda latente en la Copa Federación, la que han conquistado en tres de los últimos cuatro años.

Por segunda semana consecutiva, el ranking de la WTA cuenta con tres tenistas checas dentro del TOP 10, demostrando que la República Checa es uno de los países que domina el tenis femenino.

La última en tener esta condición fue Karolina Pliskova, quien logró entrar la semana pasada tras firmar la final en Stanford. Ella fue la octava checa en la historia de la WTA en conseguirlo, uniéndose así en el TOP 10 a Petra Kvitova y Lucie Safarova.

“Entrar en el TOP 10 siempre ha sido uno de mis sueños, aunque a nivel tenístico tengo muchos más, pero el primero ya está cumplido”, aseguró Pliskova, que acababa de hacer historia para el tenis de su país. 

Entre Kvitova, Safarova y Pliskova han ganado este año cuatro títulos, dos de ellos para Kvitova, sumando nueve finales entre las checas.

Pero si echamos un ojo a la clasificación mundial, el poder checo no solo se queda en el TOP 10, sino que hay ocho tenistas del país entre las cien mejores, algunas con un gran futuro por delante, como por ejemplo Katerina Siniakova, que con solo 19 años ya está en el puesto 69 del ranking.

Este dominio checo en la WTA también queda latente en la Copa Federación, las checas han ganado tres de las últimas cuatro ediciones de la competición y este año ya están en la final, donde buscarán un nuevo título ante Rusia.

Y es que las checas no solo cuentan con un equipo de garantía para los individuales, sino que en dobles su potencial también es muy alto. Al igual que en la clasificación individual, Safarova ocupa la sexta plaza en la de dobles.  Ahí también destacan otras compatriotas como Barbora Strycova o Lucie Hradecka y Andrea Hlavackova, que ambas como dupla han conquistado dos Grand Slams, Roland Garros 2011 y US Open 2013, además de la medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.